Somos una familia de Burgos que hemos venido de vacaciones a Tenerife. Mis padres y yo, que me llamo Iker. Les insistí en venir porque en el colegio he tenido que estudiar el Teide. Por eso, cuando llegamos a la isla, fue lo primero que visitamos.
Nos hospedábamos en el Puerto de la Cruz, mi padre alquiló un coche y fuimos por la carretera de la Orotava. Cuando llegamos al Parque Nacional del Teide vimos la Flor de Piedra, me extrañó que la naturaleza hiciera con las piedras una margarita, nos colocamos mi madre y yo para hacernos una foto, y nos trasladamos al Mirador, desde allí vimos El Valle de Ucanca , Los Rosques del Teide, El Río de lava y nos hicimos la clásica foto con los Roques y el Teide, todo me pareció impresionante y estaba nervioso por subir al pico, una montaña enorme que mide 3.718 metros de altitud, al llegar al teleférico nos encontramos con una cola inmensa de gente que también quería subir, nos montamos y me coloque al principio de la cabina y cuando llegaba a la torres que lo sujetaba me parecía que íbamos a chocar, pase un poco de miedo pero a la vez me encantó, por fin, llegamos y descubrimos que teníamos que seguir subiendo pero andando hasta llegar al pico, cuando íbamos por la mitad del camino me parecía que me faltaba aire y mucho olor a azufre, ¡ya llegamos!- dijo mi madre. Nos colocamos para una foto que nos hizo un extranjero como recuerdo, nos maravillamos de ver ese paisaje, tuvimos que volver a bajar para coger de nuevo el teleférico, bajando volvimos a ver todo el Valle de Ucanca y toda la gente que estaba esperando en la cola para subir.
Regresamos al coche y fuimos a comer al Parador del Teide, que por cierto se come muy bien.
Al volver al colegio les conté a mis compañeros y a mi profesora que había ido a conocer el Teide, y les enseñé las fotos tan bonitas que hice con mi familia y les aconseje que fueran a visitarlo ya que es la montaña más alta de España.
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