¿Todos los días lo mismo?- se pregunta Daniela-. Y es que todas las mañanas, al levantarse, sale a recoger el periódico que le dejan en el escalón de su casa y enciende la radio, mientras prepara un tazón de leche con cereales para desayunar.
“Ha cerrado el mes de Febrero con un aumento del paro en 148.000 personas”, “ La prima de riesgo ha subido hasta los 500 puntos”, bla,bla,bla; en definitiva, la economía del país patas arriba y, como consecuencia de ello, nada de trabajo.
Daniela, licenciada en Económicas, pensó que nada más terminar su carrera iba a tener un futuro brillante en alguna entidad financiera o en alguna asesoría importante. Pero no. Hacía cinco años que había terminado y sólo había conseguido algunos trabajos como comercial o cuidando niños unas horas por las tardes.
Pero ese día se dijo ¡¡basta ya!!, y se decidió. Gastó los pocos ahorros que le quedaban en cambiar el rumbo de su vida y los empleó en realizar cursos de formación en pastelería y repostería., una idea que le venía rondando desde hacía tiempo.
Sí,sí, estaba decidida a cambiar su suerte y a tomar las riendas de su destino.
Comenzó haciendo tartas, bizcochos, pastelitos y mermeladas de todo tipo…Las hacía en casa y las vendía a sus vecinos y conocidos. Se fue dando a conocer un poco más y haciendo algo de dinero, hasta que pudo montar “ El sabor de los sueños”, su propia pastelería en el centro, regentándola y administrándola con mucho éxito; y es que, en el fondo, tenía alma de economista.
Las circunstancias en las que nos toca vivir son las que existen en ese momento, y no otras; pero jamás debemos sentarnos a esperar que la vida nos regale algo y no hacer nada nosotros mismos por cambiar esas circunstancias. Porque la aventura de la vida es sólo para los valientes que están dispuestos a cambiar su pasado por su presente.
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