El Ayuntamiento de El Sauzal ha dado a conocer los textos ganadores del IX Concurso de Relato Hiperbreve de El Sauzal. El Consistorio organizó una nueva edición de este certamen, en el que se presentaron 289 relatos.
El
primer premio de la categoría adulta fue para el relato “El laberinto del Titán” del escritor madrileño Miguel Ángel López Muñoz. El texto llamó la
atención del jurado por su originalidad. El segundo relato premiado de la
modalidad, fue para el autor balear Roberto Vera Martínez con su obra “Soy un
lienzo”.
Por
otro lado, en la categoría juvenil para escritores de entre 14 y 17 años, el
primer premio fue para dos mujeres. El primer premio se fue hasta A Coruña a
manos de Yanira Aneiros Romero, por su texto “Dualiamo Modernista”. El segundo
premio fue para la joven grancanaria María Trujillo González con un relato
titulado “Palabras enjauladas”.
Tanto
el Ayuntamiento de El Sauzal, como los miembros del jurado, quisieron destacar
la participación de este año y la calidad de los trabajos presentados. Todas
las obras permanecerán colgadas en el blog que el Ayuntamiento ha creado al
efecto: http://relatohiperbreve.blogspot.com.
RELATOS PREMIADOS:
Primer
Premio · Categoría Adulta · “EL LABERINTO DEL TITÁN”
Autor:
Miguel Ángel López Muñoz · Madrid.
Cuentan los mitos antiguos que
Dédalo fue el primer autor de un laberinto, tan perfecto que resultaba casi
imposible escapar de él. Obligado por el rey Minos, le obligó a diseñarlo y,
como ironía final, encerró en él a su creador, incapaz de desentrañar los
pasillos de su propia invención. Pero las leyendas son materia de hombres, y
mitigan de manera deliberada las humillaciones que otros seres superiores les
hacen padecer. Por eso en ningún escrito de la antigüedad se menta la envidia
de los Titanes y en particular de su líder, Cronos el de la Edad Dorada.
Este ser antaño dueño de todo lo
existente, depuesto por una segunda estirpe de dioses encabezados por su hijo
Zeus, y condenado a una vida de vergüenza y humillación, quiso vengarse de
dioses y hombres por igual, y por eso creó un laberinto perfecto del que jamás
se podría salir. Para ello utilizó tres lanzas especiales, llamadas Acus, que
giró a distintas velocidades: la primera se movía deprisa, la segunda a
velocidad mediana y la tercera más lenta que las otras dos.
Este ritual atrapó a dioses y
hombres en una maraña de infinitos recorridos. Las dimensiones de este
laberinto eran inconcebibles: siempre había una nueva encrucijada, no había
marcha atrás y resultaba imposible desandar el trayecto. Nadie sabía cuántos
itinerarios quedaban por recorrer, y había tantos trayectos como seres, divinos
o no; cada uno elegía su ruta en soledad, a la deriva, y sin poder obtener
consejo de otros.
A este laberinto Cronos le llamó
Tiempo y, para plasmar su triunfo, concibió unos instrumentos que alojaban las
mismas lanzas que usó en miniatura, girando sin cesar, y los llamó relojes.
Pero al final de su acto, el Titán se apiadó de las criaturas del Cosmos y tuvo
un gesto de clemencia, y por ello creó salidas por las que, en última
instancia, todos los seres pudieran escapar.
A la salida de los dioses la
llamó Olvido, y a la de los hombres Muerte.
Segundo
Premio · Categoría Adulta · “SOY UN LIENZO”
Autor:
Roberto Vera Martínez · Islas Baleares.
Hoy me he
levantado al revés, desdibujado. He tenido que imaginarme y crearme de nuevo.
Empezando por los pies, que al tener que aguantar todo mi peso los he pintado
con esmalte, brillantes y resistentes. Para las piernas he elegido el spray,
como si fueran un graffiti, directo y moderno, siempre en continuo movimiento.
Mi trasero, al ser la parte más infantil de mi cuerpo, no me ha quedado más
remedio que hacerlo con temperas. El pecho, emocional y débil, lo he ideado al
fresco, mucho yeso y técnica rápida, segura. La espalda, ya que nunca la veo,
¡de acuarela! Los brazos, cómo no, acrílicos, que no quiero que se agrieten con
el tiempo. Las manos, pastel, pues las quiero difusas, para que mis caricias
sean de terciopelo. Los dedos, tinta sobre tinta, negros, fijos, impactantes y
orgullosos. Y por fin la cabeza, que no puedo más que pintarla con óleo,
espeso, grueso y lento, que permita mil texturas, sentimientos y colores. Una
vez acabado, me he tendido al sol para secarme sin prisa, despacio. Entonces
has llegado tú, como una brisa, y me has abrazado, acariciado y besado. Hemos
hecho el amor, nos hemos probado. Y poco a poco, deslizando pinceles y trapos,
me has convertido en abstracto.
Primer
Premio · Categoría Juvenil · “DUALISMO MODERNISTA”
Autora: Yanira Aneiros Romero · La
Coruña.
Hoy
es el día. El cuerpo de mi humano está débil, a punto de soltar su último
aliento. Está sentado bajo el mismo roble de siempre, pero hoy ella no vendrá.
Hoy no somos, pues siempre fuimos con ella, y sin ella jamás seremos. Pero qué
sabré yo de poesía, ni siquiera soy algo como tal, ¿acaso puedo sentir lástima
por mi pobre humano? El sol se está poniendo, el ocaso es inminente. Caerá a la
par que el sol, ambos lo haremos. Pero yo ascenderé, el juicio me espera.
Los
ojos de mi humano se cierran lentamente, y lo último que sus grisáceos iris alcanzan
a ver, es la silueta de alguien corriendo a lo lejos, ¿será ella?
Trato
de verla, intento mantener mi estadía en su inerte cuerpo tanto como pueda solo
para poder verla, necesito verla.
Pero
es tarde, ya no estoy bajo ese precioso árbol con hojas anaranjadas, ni viendo
el sol ocultarse, ya no estoy en el mundo sensible.
El
juicio ha comenzado y yo solo puedo pensar en una cosa, en ella. En sus ojos
color café, café con dos cucharadas de azúcar, tal y como a ella le gustaba. Su
sonrisa, el sonido de su risa tan escandalosa que despertaba a la ciudad entera
mientras bailaba ebria por las calles vacías.
Nunca
supe su nombre, amante del misterio. Le gustaba cuando le decían amarillo, así
se sentía cuando era feliz. Si estaba triste se decantaba por llamarse azul. Un
día quiso ser violeta, no dijo por qué, pero ese día ella era violeta.
Y
en el presente, lejos de los delirios que invaden mi cabeza ahora mismo, el
jurado ha tomado una decisión.
Yo,
juzgada por ser la primera alma en enamorarse de una humana.
Condenada
a vivir recordándola eternamente en el Hades.
Pero
desde hoy ya no soy alma, soy violeta.
Segundo
Premio · Categoría Juvenil · “PALABRAS ENJAULADAS”
Autora: María Trujillo González · Gran Canaria.
Ensordecedores. Necesitaba
acallar los ruidos que habían penetrado en mi mente. Aquellos que habían ido en
aumento con el tiempo y perdido la coherencia de sus sonidos.
Se anteponían unos a otros y
habían conseguido sucumbirme en la búsqueda de su significado.
En ocasiones, el colmenar que se
había instalado en mi cabeza me despertaba con el incesante zumbido
ininteligible. De esa forma, evitaba que consiguiese conciliar el sueño, y
poder transportarme así, una vez más al mundo donde podía escapar de todas
aquellas palabras que no pude decirte, y que se quedaron viviendo presas en una
mente de un cobarde incapaz de enfrentar al miedo. Convirtiéndome así, en el carcelero
de los ruidos ensordecedores que resultaron ser palabras enjauladas.
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